Reseña en la Revista de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica de Madrid. El traumatismo. Número 44.05. Año 2005.
Ruth Menahem se encarga del cuarto tomo de la tetralogía que Biblioteca Nueva dedica a S. Freud y su obra en el periodo comprendido entre 1920 y 1939. No sólo se propone mostrar a Freud trabajando, sino que también, convencida de que Freud a menudo es el crítico más lúcido y virulento de su propia obra, deja que sea él quien se exprese sobre sí mismo: sus pensamientos, sus hipótesis, sus descubrimientos y el devenir de éstos.
El libro se inicia por un recorrido muy escueto de la situación personal en la que se encuentra Freud entonces, puesto que la autora actúa siguiendo al propio Freud que renegaba, como se recoge en una carta a S. Zweig (A:Z., 17 de mayo de 1936), de toda biografía por mentirosa e incapaz de ser de utilidad para la comprensión de la obra. Brevemente pues, a nivel personal, Freud está enfermo de cáncer, tiene que afrontar la muerte de su hija y está inmerso en un contexto socio político marcado por el Anchluss, la guerra, y finalmente la emigración. Se ha debatido la cuestión de saber si las reformulaciones freudianas de esta época estaban o no marcadas por la presión de los acontecimientos de entonces, tesis que hubiera alimentado algunos detractores de Freud. R. Menahem, por lo que a ella respeta, va a destacar las dos obras que, en opinión del propio Freud, constituyeron sus últimos grandes aportes: Más allá del principio del placer y El Yo y el Ello.